Algo más de cuatrocientos inscritos a los cuales se les veía la cara de felicidad a la hora de cruzar la meta tras terminar una prueba corta, pero dura, a la cual todos y cada uno de ellos nos vienen con la misma frase:

“un diez para la organización”.

El mayor número de atletas federados que hemos tenido. Digo federados por no hablar de algunos casi profesionales. Se batió el récord de la prueba entre los aplausos y los gritos de una Alameda enfervorizada.

Gran ambiente en todo el recorrido y sobre todo un paseo de la Alameda repleto para ver como llegaban los y las atletas.

Y es que algo estaremos haciendo mal, y lo digo por lo acontecido últimamente en el mundo del atletismo popular. Es decir, en las carreras populares. Y es que se suele oír y leer en los foros que muchas de éstas se suspenden o se realizan con pocos participantes. Haciendo que el calendario de carreras populares cada vez esté más vacío.

Un servidor, que ha sido corredor, y digo esto porque una lesión me impide por ahora seguir siéndolo, ha recorrido fin de semana tras fin de semana durante más de veinte años las carreras de la provincia y de fuera de ésta, y ha visto su evolución.

Todo comenzaba cuando unos cuantos locos, que es así como nos decían, nos levantábamos al alba y hacíamos los kilómetros necesarios para correr cualquier prueba. Eran momentos románticos en los que uno luchaba contra su propio crono, no había garmin, no había modelitos de marcas, ni tampoco empresas que cronometraran las pruebas. Íbamos porque nos gustaba y porque era nuestra afición. Un día, la organización de las carreras, tras ver que la gente empezaba a acudir en masa y que el número de atletas aumentaba, pensó en sacarle provecho a éstas. Y empezaron a recortar en calidad, aunque eso sí los precios subieron y algunos ganaron lo que no está escrito. Todavía hay por ahí alguna prueba en las que las inscripciones se agotan al momento, pero en la mayoría se nota el bajonazo y es que había  y sigue habiendo más carreras que corredores y corredoras.

Y ¿dónde está el secreto? En el cariño, en el esfuerzo, en no olvidar porqué se hace y a quién homenajeamos. En hacer que se sienta cómodo el atleta profesional, pero al que hay que mimar y hacer que se vaya feliz al 100% es el atleta popular. Y para eso, tal y como hemos publicitado en las semanas anteriores a la carrera, se les hace la entrega de una camiseta, una braga de cuello, su botella de agua en mitad del recorrido y su botella de agua al entrar, su fruta, todo lo que concierne a la empresa de cronometraje (clasificaciones, diplomas, etc), servicio de guardarropa, duchas, fotografías, vídeos, varios puntos de música a lo largo del recorrido y para terminar la cervecita.

Y todo esto se consigue con trabajo, con tesón, con la participación de una gran cantidad de personas que como ya repito año tras año saben lo que tienen que hacer. Semanas anteriores los miembros del club preparan dorsales, bolsas, recorrido, etc. Pero el día de la prueba es alucinante ver a amigos de PEPE, a familias y a gente que quiere participar desde las claras del día llegando a la Alameda para poner su granito de arena. GRACIAS A TODOS Y A TODAS.

Hago una parada para mencionar a dos grandes y a un servidor, que somos los más viejos y que desde el principio hasta el final (hablo del día después) estamos cargando y descargando material que hemos utilizado con la torpedad que nos va dando la edad. Y todos los años nos repetimos lo mismo, “¿Cuando nos jubilamos?”. Me refiero a Curro y a Celaje, GRACIAS COMPAÑEROS.

Pero todo tiene un pero. Y ese pero se lo pongo a que los que nos rodean, los que nos mandan, o no se enteran o no saben que esto además de ser una prueba es un ESPECTACULO con mayúsculas  y que viene mucha gente a presenciarla, a quedarse un puente en el que la se suele tirar para la sierra. Si miramos las inscripciones veremos que vienen de todas partes de la geografía española, y esos no vienen y se van, esos se quedan. Y esos no vienen solos, vienen con sus familias, sus parejas, sus amigos. Cierto es que ese puente hay más actividades y creo que todas contribuyen a este fenómeno, aunque algunas coincidan en horario. Por eso creo que si trabajáramos en el mismo sentido venderíamos más. Y es que en vez de publicitar unas actividades por separado, se tendría que vender el fin de semana al completo.

PEPE TRIVIÑO.

Presidente del C.A. Amigos de Pepe Serrano.